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El hilo negro del vestido blanco

8:46 a. m., Posted by Fatal a.k.a. Argelia, No Comment

- Estos días he estado particularmente creativo (Futa si, harto…), he escrito muchísimo, cosa que no me pasaba si antes no destrababa mi “bloqueo de escritor” con una generosa cantidad de Vodka, pero, en estas semanas las ideas fluyen rápido y conciso. ¿Que lo detono? ¿La sobriedad? ¿Mi estado emocional? ¿El maldito dolor de muelas que traigo desde hace 2 meses? ¿El insomnio involuntario de hace unas semanas atrás? No lo sé, pero al momento llevo 6 textos; Así que solo es cosa de pulirlos y saldrán a la luz (Algunos, otros los voy a guardar). Dicho esto, va el 1ero.

Hace tiempo platicando con algunos amigos, dirimíamos al calor de un par de tragos que experiencias nos habían dejado las relaciones con nuestras mujeres. La tabla de medida era que cantidad de mujeres habíamos tenido, la cantidad de sentimientos expuestos y la cantidad de experiencia que en conjunto se había acumulado. Bajo esa tabla se podía hacer una combinación de esos 3 factores, como por ejemplo: Muchas mujeres, muchos sentimientos, mucha experiencia, o bien pocas mujeres, muchos sentimientos, poca experiencia y así por el estilo. Cada cual en resumen hacían un cúmulo de vivencias con el cual se podría hablar con hechos y vivencias de cómo son o como piensan las mujeres. ¿El balance de esa platica? Que todos sabíamos mucho de mujeres. ¡Ja! Vaya disparate.

La verdad es que solo sabemos lo suficiente de las mujeres como para tener la falsa seguridad de usarlas o para evitar en la medida de lo posible ser usados por ellas. Esto no significa en lo absoluto que tengamos la formula mágica para saber como se mueve la ardilla dentro de la cabeza de las mujeres, solo tenemos 36 piezas del rompecabezas de 1,000 piezas que comprende la complejidad de las mujeres... aun si estuviéramos con la mas burda, simple y transparente de las mujeres, siempre le faltaran piezas a su rompecabezas de 20 piezas, o de plano encontraremos piezas de otros rompecabezas en nuestras manos. Con eso en mente, ¿porque rayos todos los hombres queremos descifrar el eterno enigma de cómo piensan las mujeres? Si algún genio publicara la formula mágica para resolver ese teorema, tendríamos que quitarle el 80% de las palabras a nuestro diccionario personal para describir lo que una mujer representa (Nuestras platicas retrocederían a un nivel mas primitivo y nos remitiríamos a usar sonidos guturales como “Ugh!”, “Gadagada!” o “Fut!”). Tendríamos que encontrar un nuevo significado a la vida (Olvídense de volver a apreciar todas las Bellas Artes, casi todas ellas giran alrededor de la mujer por inspiración o por dedicación... José Alfredo Jiménez ya no volvería a sonar igual). Tendríamos que usar todo ese nuevo tiempo libre para otras cosas menos interesantes (Por fin podríamos encontrar la cura al SIDA, el proceso de desalinización del agua, la fusión en frió, la generación espontánea de alimento de forma sustentable con base en el hidrógeno y un helado que no se derrita en el trayecto del súper a la casa). ¿Y aun así quieren saber como piensan? Hay cosas mucho mas interesantes, lo explicare en el siguiente renglón.
A mí me fascinan las locas. Es la neta. Me encanta quejarme de ellas y me encanta admirarlas. Me gusta verlas desde la barrera y ser el espontáneo que trata de lidiar en vano con ellas. Me emociona estar al lado de una loca porque sé que en su aparente calma hay una catástrofe en gestación dentro de ella. Me llena de una curiosidad infantil que me describan su mundo interior y que este en realidad es más amplio que la Biblioteca del Congreso Estadounidense (Iba a decir la Megabiblioteca Vasconcelos, pero la neta esta muy pitera). Describir todas las sensaciones que me produce tener a una mujer loca a mi lado me haría ver a mi como el chiflado y no al sujeto ahora en discusión. ¿Quién en su sano juicio querría estar al lado de una loca? Son mujeres que un día piensan rosa y al día siguiente negro, son mujeres que un día están enamoradas y al otro día odian con toda su alma, son mujeres que ven tempestad y están en calma y al llegar la calma crean tempestad, son mujeres que al estar con alguien no dicen palabra alguna y al estar solas su boca se convierte mágicamente en un sifón de verborrea, son mujeres que quieren al hombre para siempre sin las ataduras del matrimonio y sin embargo añoran en secreto todo el protocolo de la ceremonia... perdón, trate en vano de que este texto no tuviera majaderías, pero creo justo decirles a este espécimen de mujeres las palabras que las colocan en justa dimensión: “Pinches viejas locas cabronas hijas de la chingada”. Y aun así, como me encantan las perjidas, disolutas e inmorales. Je, je.

Sigue la pregunta sin contestarse: ¿Quién querría a una loca como mujer? Expongamos pues lo que para la sociedad es una mujer sana. Una mujer sana es alguien cuyos lineamientos no se han modificado ni se modificaran por ningún factor. Si le gusta la nieve de limón, es para siempre. Si se compromete con alguien es para siempre. Si viste de rosa, es para siempre. Si hoy piensa algo, mañana, pasado mañana y dentro de 50 años seguirá pensando lo mismo. Oigan. Eso no esta nada mal. Eso es una mujer de convicciones. A mí me suena bastante lógico, bastante sano, bastante cuerdo, bastante aburrido... ¿Dónde esta la emoción en eso? ¿Dónde esta el misterio? ¿Dónde esta la magia de descubrir algo nuevo cada día? La verdad es que todos anhelamos a la mujer de “Convicciones”, pero que tenga una pizca de locura y que esa locura tenga una palanca de Encendido/Apagado que pueda controlarse a discreción para tener control pleno y absoluto de ellas. Malas nuevas. No se puede. Casi todas las mujeres tienen un dejo de locura, para la desgracia de los hombres ese remanente de locura no puede acomodarse en el casillero que nosotros quisiéramos... y no nos hagamos. Todo mundo sabemos que el primer casillero donde querríamos acomodar la locura de una mujer es el casillero sexual (Pues a güevo carajo...) para tener a una loba furiosa en la alcoba que se le ocurran toda clase de salvajadas y posiciones con alto grado de dificultad. Después vendría el casillero donde reniegue de sus padres y no los incluya en ninguna fiesta familia, otro resquicio seria el de arrancar las hojas de su libreta telefónica donde están todos sus amigos varones, uno mas el del gusto irrestricto por el fut, el box, el billar, las motocicletas, otro casillero que sea afín a la mecánica y la reparación de desperfectos en el hogar, el casillero de los atuendos perversos, etc. Pero pues nadie, ni ellas mismas deciden en que casillero va caer su locura. Y como broma cruel del destino los casilleros donde cae la locura femenina son los mas temidos: Los celos, la obsesión, la bipolaridad, la indecisión, los arranques de ira, el control asfixiante, la paranoia y demás etcéteras. ¿Que? ¿No les gusto leer las letras chiquitas del contrato que firmamos todos con las mujeres? Hay de 2 sopas amiguitos: O se aguantan con la chiflada que les toco o se vuelven putos... lo que me pone a pensar si Guadalajara o el puerto de Veracruz tendrá mas chifladas per capita que cualquier otra ciudad de México, digo: Habiendo tanto puto tendría logica la ecuación.

¿Lo ven? Las locas de remate tienen algo divertido y es que tienen mas locura para llenar mas casilleros y cuando se aburren de tener toda la locura en uno solo, lo cambian como a ellas mejor les conviene. ¡Todos los días es una experiencia nueva! Eso es lo que las hace interesantes. Me encanta una mujer que al despertar sea un nuevo cascaron reinventado por dentro y por fuera, me intriga escucharlas y saber que algo nuevo saldrá de ellas, me emociona saber mas sobre ellas sin siquiera imaginar que lo que acabo de escuchar es solo un placebo para mi imaginación (Y muchas veces ni siquiera es verdad, grandísimas jijas de la...), me llena mucho saber que estoy al lado de alguien que no es unidimensional, estar con alguien tan polifacética como un diamante sin caer en su característica transparencia. A las locas no se les puede comprender. Ni ellas mismas se comprenden, pero les tengo una buena noticia. Ellas mismas, desde tiempos inmemorables nos han dado la respuesta a este dilema. Solo que nosotros hemos sido lo suficiente cabeza huecas como para no aceptar dicha respuesta y buscamos formas más intrínsecas de resolver este problema de una manera lógica, analítica y psicológica, pues a algo tan complejo se le debe aplicar toda la ciencia nuclear a la disposición del ser humano, vaya, hasta yo cometí ese error, y por tratar de desmarañarlo fue que perdí mas cosas de las que me gustaría aceptar... tan fácil respuesta. Tan fácil de aplicar. Tan fácil de ignorar: A las locas simplemente se les quiere y a las más locas se les ama.

A las locas hay que darles un crédito enorme por su honestidad. No solo por regalarnos la respuesta universal para vivir felices a su lado, si no porque ellas mismas tienen la delicadeza de advertirnos de antemano con señales claras de la densidad de su locura. Que nosotros seamos lo suficientemente miopes para ignorar dichas señales amarillas iridiscentes de advertencia no es bronca de ellas. Y muchas veces optamos por ver lo que nos conviene, nos encanta ver a la mujer como esa perfecta percha donde no tendría razón ni lógica el que tenga macula alguna... y mucho menos siendo MI MUJER! ¿Cómo podría yo ser tan idiota como para meterme con una loca? ¿Qué acaso creen que soy tan pendejo como para haber escogido mal? ¿Como osan pensar que ella pueda tener un dejo de locura siendo que debe estar en sus cabales completos para estar con alguien como yo?... aja buey. Hasta hace poco me di cuenta que el genero humano tiene deshabilitado por defecto la cualidad de “fingir demencia”. Todos estamos pirados. Ergo: Solo algunos aprendemos el difícil arte de “fingir cordura”. Con esto en cuenta, ¿es realmente tan malo estar con una mujer que sepa fingir cordura mejor que nosotros? Échenle seso un rato.

Ya es tarde. Casi es hora de salir a trabajar y ya es Lunes. Así que por lo menos tienen algo en que pensar esta semana y no me refiero a que vean con terror con que clase de chiflado(a) están conviviendo, simple y llanamente dense cuenta que este mundo y esta sociedad donde estamos creciendo y viviendo nos ha dado la gran oportunidad de ser locos y estar con alguien tanto o mas pirado que nosotros, nos ha dado la libertad de conocer a personas que en su locura viene implícito un ser interesante, a personas que tienen cerebros que trabajan mas rápido que los nuestros, que nuestras locuras son infinitamente minúsculas comparadas a las de los demás y que dichas locuras son un manjar digno de saborear con tanto tiempo como vida tengamos. Reciban un saludo de parte de su orate de cabecera. Buen inicio de semana.

Jeckill a.k.a. Hyde

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